El envejecimiento demográfico es uno de los desafíos más importantes a los actualmente se enfrenta Europa. Las personas de 65 años o más años, representan el 19% de la población europea. De hecho, las proyecciones demográficas indican que para el 2060, constituirán aproximadamente el 30% de la población (155 millones).

(Fuente: Relationship-Based Home Care: A Sustainable Solution for Europe’s Elder Care Crisis; 2018 Global Coalition on Aging.).  

Tanto la magnitud de este fenómeno, como las limitaciones emergentes en la disponibilidad de atención institucional para las personas mayores, derivan en la necesidad de desarrollar servicios de atención informal. El propio entornocotidiano de la persona, es la fórmula más efectiva para cuidar a una persona mayor.Este cuidado, por lo general, lo proporcionan los denominados cuidadores informales, ya sean miembros de la familia, vecinos, o amigos cercanos,que les dedican el mayor tiempo posible para atender sus problemas de salud.

El cuidado de personas mayores, que, debido a factores como la vejez o la enfermedad, necesitan asistencia en su vida cotidiana, es el método más efectivo para proporcionarles apoyo emocional y una vida digna.  

La mayoría de los y las cuidadores y cuidadoras informales, no están cualificados a nivel médico, aunque es cierto que desempeñan tareas de este tipo. De hecho, sus conocimientos y habilidades los han obtenido de manera informal, o bien en visitas al médico, a personal de enfermería u otras situaciones relacionadas.   

El proyecto HomeCare nace como una respuesta a la cada vez mayor falta de habilidades existente en la prestación de atención domiciliaria a personas mayores por parte de personas adultas que ejercen su labor como cuidadores y cuidadoras informales. 

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